La cirugía estética se ha convertido en las últimas décadas, en la solución a muchos problemas físicos, pero también psicológicos, tanto en hombres como en mujeres que no están satisfechos con su aspecto.
La imágen de la persona condiciona su vida en muchos ámbitos, el personal, el laboral y el social en general.
Normalmente es deseable aprender a sentir satisfacción con el propio cuerpo, sin embargo, a veces es difícil abstraerse del espejo de la sociedad, que nos va diciendo a cada paso si nuestro aspecto es aceptado o no.
Existen muchas tendencias y gustos estéticos ( para gustos la variedad de colores ), pero ya se sabe que hay basamentos biológicos y psicológicos que determinan para una amplia mayoría de personas, qué es lo estéticamente agradable y qué no lo es.
Si preguntáramos a fotografos profesionales (que son especialistas en la inerpretación y valoración de lo visual) nos diría que un aspecto estético no necesariamente impide encontrar hermosura en alguien cuya fisonomía no cumple los cánones simétricos conocidos, y probablemente el mismo fotografo nos diría que en ocasiones, alguien aparentemente perfecto para esos cánones, no resulta un elemento capáz de ser transporte de sensaciones y sentimientos, de ser capáz de resultar "interesante", y esto nos lleva a preguntarnos por qué.
El aspecto exterior no lo es todo, aunque ayuda bastante, pero un buen aspecto exterior sin alma, sin pasión, sin la capacidad de transmitir sensaciones, llega a resultar de lo más anodino.
¿Dónde está entonces el Santo Grial de belleza que todos desearíamos?
La respuesta obviamente variaría dependiendo de a quién preguntáramos, pero la mayoría coincidirá seguramente en que lo mejor es encontrar el priopio equilibrio entre valor del propio cuerpo y valor de la mente y del alma.
Los cánones estéticos también tienen cierta dependencia de las modas, aunque no deberían ser tan influyentes esas modas ya que también comenten graves errrores. No debería estar el bienestar físico y psicológico en manos de ciertos excéntricos que, lejos de beneficiar a las personas, atacan muchas veces a grandes colectivos de población que, ni cumplen los designios estéticos de los modistos, ni los podrían alcanzar jamás, por mucha anorexia que se esté dispuesto/a a sufrir.
La mejor regla que quizás se pueda seguir, será la de cultivar todo el conjunto, tanto desde el punto de vista físico como desde el punto de vista espiritual.
En cualquier caso, hoy día hay remedio para casi todo, también lo hay para quien desea modificar su aspecto corporal, hemos encontrado una clínica estética en Sevilla que nos ha llamado la atención por su especial dedicación y comunicación con sus clientes.
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